Actualmente lo estaba utilizando mi hermana con Windows 7, así que he decidido que mejor darle un lavado de cara antes que nada y meterle una distribución ligera, pues no es una máquina de ultima generación precisamente.
Otro de los inconvenientes que tienen estos pequeños, es que suelen carecer de unidad de disco, por lo que hacer un USB booteable es obligatorio. Ya veréis que no tiene demasiada complicación, simplemente elegir la distribución que queráis instalar (en mi caso he escogido Lubuntu) y una aplicación llamada Universal USB Installer que podréis descargar pinchando aquí.
Como podéis ver en la captura, no tiene mucho misterio. En el Step 1: Seleccionáis del desplegable la distribución de Linux a instalar en el USB.
A continuación en el Step 2: Seleccionáis la ruta donde habéis descargado la imagen de la distribución.
Y finalmente, en el Step 3: Seleccionáis la unidad donde queréis instalarlo. Se recomienda marcar la opción de formatear la unidad para evitar problemas.
Y esto es todo, una vez acabe el proceso, tendréis listo el pen USB para bootearlo desde cualquier equipo y realizar la instalación de vuestra distribución GNU/Linux.
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