Descubriendo nuevas rutas o el arte de perderse

A veces la mejor forma de descubrir rutas nuevas es perderse intentando seguir una conocida. Para los que ya me conozcan, no les resultará novedoso, posiblemente mis despistes les resulten muy familiares, así que a no ser que se tenga ganas de aventuras, mejor no dejarme a mi a la cabeza de una ruta.

En esta ocasión, la idea era hacer una ruta bastante conocida de la zona, ida al pantano de Mezalocha y vuelta por Muel.

No era la primera intentona de hacerla, pues la habíamos probado con anterioridad, dándonos la vuelta en las planas de Jaulin, pensando que nos habíamos confundido al encontrarnos el camino cortado por un campo arado (que posteriormente descubrimos que había que atravesar a pie). Parece ser que el dueño de esos campos, había decidido hacer suyo el camino para ganar unos metros, cortando así el paso y ya que estamos, haciendo la puñeta al resto de usuarios de estas vías.

El problema fue bajando de las planas, en lugar de continuar recto, nos desviamos a la izquierda bajando a la altura de la Balsa de Mezalocha (que no pantano) enlazando con calle Collados dirección Jaulin.

A medio descenso , nos dimos cuenta del error al ver que estábamos bajando al pueblo, en vez de ser sensatos y volver sobre nuestros pasos, decidimos improvisar y corregir el desvío por nuestra cuenta y riesgo atravesando por los barrancos de Hocinos y Loma Gorda. Aquí es donde terminamos de liarla parda.

Fue uno de esos momentos que eres consciente de la que estás liando, pero pese a todo, decides continuar, llevado por la emoción y sintiéndote un poco Jesús Calleja, rollo Desafio Extremo.. Esta emoción se dispersó rápidamente una vez vimos el cartel de Villanueva de Huerva, te caes de la nube y te das cuenta que estás donde Indiana Jones perdió el sombrero y ahora te toca volver.

En un momento de lucidez decidimos ir al encuentro de una carretera, dando con la A-1101, recuperando ya dirección a Mezalocha y enlazando con la ruta original (sin entrar al pantano, que bastante llevábamos en el cuerpo).

Parada obligatoria en Muel para reponer fuerzas y refrescarnos, que llegamos más secos que la mojama. Bendita Coca Cola y bendito Red Bull, ¡nos dieron la vida!. :-)

La verdad es que pese a liarla bien, la ruta fue muy chula y nos reímos bastante (era eso o llorar).

No es una ruta especialmente difícil (si no te pierdes) por la distancia o el desnivel, se hace más pesada por las zonas de “trekking”, donde no queda otra que cargar la bici al hombro y atravesar a pie. 

He subido el track editado con la ruta entera (sin liadas) a Wikiloc, por si alguien se anima.

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